Testimonios

Yo quería poder trabajar en lo que realmente me apasiona, con mi equipo, con tranquilidad, sin nervios y disfrutando de mi trabajo. El caos mental que tenía por mis voces internas llegó a hacer que me pusiera nerviosa, incluso comentando un proyecto con mi propia pareja.

Ahora después del programa puedo controlar todo esto y es como ver la luz después de haber estado en la oscuridad demasiado tiempo.

He de confesar que empecé el programa de La Mente del Ejecutivo con cierto “recelo”, ya que sus pretensiones me parecían increíbles y más en tan poco tiempo, sin embargo, me equivocaba. Desde el principio lo que vi aumentó mi esperanza de conseguirlo y muy rápido empecé a ganar confianza y seguridad en mí misma. Era tan espectacularmente efectivo que al principio me desconcertaba.

Antes incluso de acabar el programa hice presentaciones de ideas un tanto complejas delante de la dirección de la compañía, y estaba totalmente tranquila, sin nervios, tanto en la presentación como en los momentos previos, llegando incluso a asombrarme de no tenerlos. Disfruté muchísimo del ejercicio, mi cabeza estaba donde tenía que estar: en la exposición, sin ninguna perturbación ajena.

Las voces boicoteadoras estaban apagadas. Era como aquella vez en la que me tomé un sumial, pero pudiendo estar totalmente inmersa en lo que estaba haciendo, pero sin pastillas.

¡Disfrutando de mi trabajo!

Antes mi preparación era como ir en círculos, como si hubiera tocado techo, y no viera el avance. Ahora mi concepto de prepararme y de hacer mi trabajo ha cambiado y ahora alcanzo más nivel en menos tiempo que el que dedicaba antes. He pasado de prepararme excesivamente, a mejorar.

Al acallar mis voces internas he pasado de estar inmersa en el estudio técnico a centrarme totalmente en las ideas. Cuando Fernando me dijo que me iba a enseñar a entrar en flow, yo, la verdad, no le creí. Pero me volvió a sorprender: Ahora entro en ese estado mágico de conexión con mi equipo instantáneamente, delante de quien haga falta, ¡¡¡cuando yo quiero!!!

Antes de entrar al programa estaba rechazando participar en proyectos por mis miedos e inseguridades a nivel profesional. Ahora tengo ganas de exponerme y mi foco es buscar más oportunidades para realizar proyectos.

Me ha vuelto la ilusión. Como si volviese a ser universitaria de nuevo.

El programa no solo ha cambiado aspectos a nivel profesional, sino que ahora me encuentro más ilusionada en general, descanso mejor, y eso repercute tanto a nivel personal, y laboral, como en la forma en la que me relaciono con mi equipo y superiores.

Mi marido me ha notado más ilusionada en general, y mi relación con mis personas queridas es mejor. Y ahora transmito mi ilusión a mis hijos…